IGLÚ

Hola chic@s.

Estaba el otro día navegando por internet, viendo unas fotos de unos primos míos, cuando me encontré con lo siguiente...

¡El blog del cole!

Pero si salen tod@s mis amigos de la clase de los pingüinos, hay que ver si son fotogénicos, qué guapisísimos salen, ¡qué cosa!

He visto que en sus asambleas se cuentan el fin de semana, lo que han hecho la tarde anterior, escuchan al resto y se van conociendo poco a poco.

Así que me he animado a escribir yo un poco de mis fines de semana también...

Bueno, tanto me he animado, que me he arrancado a escribir un libro, ¡ahí es nada!

Cada fin de semana, me voy a casa de alguno de los amigos, y nos lo pasamos pipa, ya veréis, ya....

El primero de todos, me tocó con Unai, que me cuidó estupendamente, y después de todo un día de diversión, me dio un baño antes de dormir...

 A la mañana siguiente, me pusieron una taza de pingüinos :) y estuve con Daniela (hermana de Unai) y con Unai, aunque yo como peces, pero me hizo muchísima ilusión.

Otro día me fui con Nicolás.

A uno de los ratitos, me metieron en el congelador, que sabe que a mí me gusta el frío.

Qué majete, pensando en todo.

Sus papis nos trajeron palomitas de colores, ¡ñam!!

 Más adelante, estuve con Lucía, que me ofreció el bibe de sus bebés. 

 Al saber que me gustan los pececitos... mmmmm, se me hace la boca agua de sólo pensarlo... Perdonad, que me despisto... A ver, por dónde iba... Sí, el mar... Pues que Lucía me llevó a ver el barco de su abuelo, por si quería ir a pescar un día con ellos.

Y otra tarde, a coger castañas del otoño.

¡Esto es un no parar!

En la siguiente ocasión, tuve una cita doble: Aila y Neco.

¡Bah, cómo nos lo pasamos!

Me llevaron al túnel de Laredo de paseo, y rompían un poquito las olas...snif, snif, olía a mar

Al otro día, que hacía muy malo, nos quedamos en casa pintando, qué chicos, valen para todo oigan...

Mirad el resultado: ¡dos pingüinos!!

 Los trajeron a clase para enseñarlos y compartir con los amig@s

Estaban tan chulis, que se decidimos ponerlos en nuestro corcho, para que no se pierdan detalle de la clase.

Muchísimas gracias a todas las familias por la colaboración que estáis teniendo, poniendo voz a Iglú, molestándoos en sacar fotos, y acogiéndole en vuestra casa con tanto cariño.

Su libro viajero está lleno de momentos entrañables, que son los que vuestros hijos e hijas viven con él, y comparten luego con el resto en clase.