Tuvimos
el honor y el privilegio, en nuestra clase, que nos visitase, ni más ni menos, que el Emperador Carlos V acompañado de su hermana Leonor.
Tras un intercambio de correos, que
diligentemente fueron enviados por su emisario, se nos confirmó la visita, en
cuanto el emperador estuviese repuesto de sus dolencias.
¡Por fin el día
esperado!, tuvimos que trabajar duro para que todo estuviese preparado: los caballos, las lanzas, los escudos, los yelmos, los estandartes, las anillas, los bailes. Hicimos un entrenamiento previo al torneo, ensayo general para saber nuestras posiciones para recibir con todos los honores, a tan regia visita. Le
mostramos nuestra exposición de relojes ,que tanto gustan al Emperador, preparamos la mesa, con su jarra de cuatro asas, para que degustase la cerveza elaborada en Yuste por su maestro cervecero venido desde Flandes y le dimos a probar bizcocho de nuestros valles con uvas recién cogidas de la parra. Todo lo probó y le pareció exquisito.
esperado!, tuvimos que trabajar duro para que todo estuviese preparado: los caballos, las lanzas, los escudos, los yelmos, los estandartes, las anillas, los bailes. Hicimos un entrenamiento previo al torneo, ensayo general para saber nuestras posiciones para recibir con todos los honores, a tan regia visita. Le
mostramos nuestra exposición de relojes ,que tanto gustan al Emperador, preparamos la mesa, con su jarra de cuatro asas, para que degustase la cerveza elaborada en Yuste por su maestro cervecero venido desde Flandes y le dimos a probar bizcocho de nuestros valles con uvas recién cogidas de la parra. Todo lo probó y le pareció exquisito.
En su
honor celebramos el Gran Torneo en el
que demostramos nuestra habilidad en la carrera a pie y a caballo, nuestra
destreza derribando obstáculos con las
lanzas y luego, al finalizar este, la
recepción en clase para que admirase nuestros
trabajos, sobre todo los relojes elaborados en su honor según su maestro relojero, venido también de Flandes, de los cuales le regalamos uno.
trabajos, sobre todo los relojes elaborados en su honor según su maestro relojero, venido también de Flandes, de los cuales le regalamos uno.
Saboreado
el frugal desayuno compuesto por cerveza y la Tapa Imperial, 1º premio en el
concurso de Tapas (brocheta de uvas en bizcocho) le deleitamos con nuestro
baile y juego popular renacentista, al estilo de la época.
Cuando
nos despedimos del Emperador que nos agradeció, muy mucho, nuestro agasajo,
desayunamos nosotros también, según él dispuso con motivo de su visita, uvas con bizcocho y bebimos, quién así lo deseo,un dulce
mosto de uva blanca.
Fue una
visita muy emocionante.
Nuestro agradecimiento al Emperador y a su hermana por el esfuerzo de dedicarnos estas atenciones a pesar del duro viaje que les resta hasta llegar a su destino, el Monasterio de Yuste en Extremadura.
Nuestro agradecimiento al Emperador y a su hermana por el esfuerzo de dedicarnos estas atenciones a pesar del duro viaje que les resta hasta llegar a su destino, el Monasterio de Yuste en Extremadura.
¡Buen
viaje Emperador!