A media mañana, tras el recreo y lavarnos las manos, tomamos un buen aperitivo para reponer fuerzas.
El responsable trae comida para toda la semana y ayuda a repartirlo, ¡entre otras muchas cosas!
A nadie se le obliga a comer, eso sí, animamos a probar un trocito de cada cosa, y aplaudimos la valentía de probar nuevos alimentos a aquellos que sí lo hacen.
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