Dino, que ya va saliendo un poco del cascarón, quiere ir a jugar a la casita, para que no se pierda, hemos pegado las huellas desde donde está en su huevo, hasta la puerta de la casa del cole, para que sepa el camino.
Nos ha hecho mucha ilusión poder ayudarle a que se sienta más cómodo en nuestra clase, mientras íbamos contando el número de dedos que tiene él en cada pata, los que tenemos en nuestras manos, el número de pisadas...
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