Mirad qué ratito más a gustito.
Es que estamos en otoño, por si no os habíais dado cuenta, así que estamos en temporada de castañas.
Las hemos asado en el mircroondas de clase, ¡que no se comen crudas!
Cuando están aún calentitas las pelamos bien y nos comemos el fruto. Venga a trabajar con nuestros deditos, y el caso, es que no nos damos cuenta, y cada vez somos más hábiles.
La corteza de fuera es lisa y marrón, la de dentro suave y con pelusilla.
La parte que comemos, amarilla-blanca y blandita.
Os contamos que Unai venía de la clase de tres años, de compartir una castaña con Bea, la profe de las Ranitas, es que le gustan mucho, ¿sabéis? Y a nosotros nos gusta compartir.
Masticando alimentos de cierta consistencia, trabajamos los músculos de la boca, adquiriendo así control y fuerza, lo que a su vez mejora también nuestra expresión oral...
Y además, para qué negarlo, ¡¡que están muy ricas!!
Luego lo recogemos todo, que somos muy limpiuc@s.
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